Para Textiles:
1. Limpia el calzado regularmente con un paño suave y seco. Si es necesario, usa un paño húmedo.
2. Si se moja, deja que el calzado se seque al aire. Evita secarlo directamente al sol o cerca de fuentes de calor.
3. Si el calzado tiene manchas, usa un detergente suave y un cepillo de cerdas suaves para frotar.
4. Evita el contacto con superficies ásperas que puedan dañar el material.
5. Guarda el calzado en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa para evitar que los colores se desvanezcan.
6. Si es posible, utiliza un spray protector para textiles para mejorar la resistencia al agua y las manchas.